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  1. Los pájaros tienen oídos y pueden oír, pero no de la misma manera que nosotros. Más interesante aún, pueden escuchar algunas frecuencias, sentir las vibraciones y también tienen una mejor audición direccional. Todas estas habilidades los benefician de muchas maneras. Estas características los convierten en una de las criaturas más ...

  2. 30 de dic. de 2022 · A diferencia de los mamíferos, las aves no tienen orejas externas y su cabeza hace el trabajo de las orejas externas. ¿Podemos ver la oreja de los pájaros? De hecho, la mayoría de las aves tienen un excelente sentido del oído y pueden escuchar una gama de sonidos mucho más amplia que los humanos, pero no puedes ver sus oídos porque están cubiertos de plumas.

  3. Sus orejas están escondidas debajo de las plumas que se conocen como los auriculares. Cubre las aberturas para los oídos en su lado de la cabeza. Al igual que nosotros los humanos, también tienen oído externo, medio e interno. Las plumas solo cubren la abertura del oído para protegerlo especialmente del ruido del viento.

  4. En lugar de tener orejas externas como nosotros, los pájaros tienen orificios auditivos ubicados en los lados de sus cabezas, justo detrás de los ojos. Estos orificios son cubiertos por plumas finas y suaves, lo que los hace prácticamente invisibles a simple vista. A diferencia de los humanos, los pájaros no tienen pabellones auditivos ...

  5. 30 de ene. de 2024 · Aunque sus orejas son más pequeñas que las de los mamíferos, los pájaros tienen una gran sensibilidad a la resonancia. Esto es especialmente evidente en las rapaces nocturnas, como los búhos, quienes pueden diferenciar sonidos emitidos con una diferencia de tan solo 0.00003 segundos.

  6. 10 de oct. de 2023 · Resulta que esa supervivencia también ha sido posible en el caso de las aves porque también tienen orejas, claro. De hecho, si has estado cerca de un loro, sabrás perfectamente que lo mucho que ...

  7. 30 de ene. de 2024 · Aunque sus orejas son más pequeñas que las de los mamíferos, los pájaros tienen una gran sensibilidad a la resonancia. Esto es especialmente evidente en las rapaces nocturnas, como los búhos, quienes pueden diferenciar sonidos emitidos con una diferencia de tan solo 0.00003 segundos.