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Lisipo revisó el canon aumentándolo a siete cabezas y media. Además, creó una nueva escuela de escultura, la del retrato fisonómico e individual que, reproduciendo el aspecto exterior del sujeto, sugiere también las implicaciones psicológicas y emotivas. Su renovación partía, sin embargo, de la tradición griega.
En el siglo IV a.C., unos cien años después de que Policleto hubiera fijado su canon, Lisipo, inspirado por su predecesor, establecería un nuevo sistema de proporciones que, muchos siglos después, el Renacimiento contemplaría como paradigma de la belleza griega.
Lisipo fue un artista del Período Clásico Tardío que creó esculturas realistas y esbeltas de atletas, héroes y dioses. Entre sus obras más famosas se encuentran el Apoxiomeno, el Hércules Farnesio y el Zeus de Olimpia.
Lisipo fue un destacado retratista y escultor de la corte de Alejandro Magno, que propuso un nuevo canon al cuerpo masculino. En el Museo del Prado se conserva una Cabeza de Sileno atribuida a Lisipo, que muestra rasgos helenísticos y realistas.
Lisipo fue uno de los grandes maestros de la escultura posclásica, precursor del estilo helenístico. Se le atribuye el sustituir el canon de Policleto por uno nuevo, en el que la cabeza representa una octava parte de la altura del cuerpo.
Partiendo del canon clásico de Policleto , evoluciona hacia un mayor naturalismo. La obra de Lisipo que resume las principales características de este escultor es el Apoxiómeno , de la que conservamos una copia romana en los Museos Vaticanos.
Una obra maestra del Postclasicismo, que representa a un atleta desnudo limpiándose el cuerpo con un estrígil. Se analiza su forma, proporción, contrapposto y significado en el contexto histórico y artístico de la época.
