Yahoo Search Búsqueda en la Web

Resultado de búsqueda

  1. El patito feo. [Cuento infantil - Texto completo.] Hans Christian Andersen. ¡Qué lindos eran los días de verano! ¡Qué agradable resultaba pasear por el campo y ver el trigo amarillo, la verde avena y las parvas de heno apilado en las llanuras! Sobre sus largas patas rojas iba la cigüeña junto a algunos flamencos, que se paraban un rato ...

  2. El patito feo (título original en danés: «Den grimme ælling») es un cuento clásico-contemporáneo escrito por Hans Christian Andersen, escritor y poeta danés, sobre un patito particularmente más grande, torpe y feo que sus hermanitos, los cuales le molestaban por lo feo que era.

  3. 2024/07/03 Cuento de hadas: El patito feo - Un cuento de Hans Christian Andersen. ¡Qué hermosa estaba la campiña! Había llegado el verano: el trigo estaba amarillo, la avena, verde, la hierba de los prados, cortada ya, quedaba recogida en los pajares, en cuyos tejados se paseaba la cigüeña, con sus largas patas rojas, hablando en egipcio ...

  4. El patito feo. Hans Christian Andersen (1805 - 1875) Biografía. Hans Christian Andersen (1805 - 1875), nació en Odense (Dinamarca) el 2 de abril de 1805. Es uno de los más conocidos autores y poetas daneses, famoso por sus cuentos.

  5. «El patito feo», cuento corto del escritor danés danés Hans Christian Andersen, narra la historia de un patito que, al nacer, es notablemente diferente de sus hermanos. Desde el inicio, enfrenta dificultades y es objeto de burla y rechazo por parte de su familia y de los otros animales debido a su apariencia inusual.

  6. El patito feo es un cuento infantil escrito por Hans Christian Andersen y publicado por primera vez en 1843, cosechando un gran éxito. El cuento nos cuenta la historia de un patito especialmente más grande, torpe y feo que sus demás hermanos, los cuales se metían con él por ello.

  7. 10 de may. de 2016 · Sinopsis. Era verano, y la región tenía su aspecto más amable del año. El trigo estaba dorado ya, la avena verde todavía. El heno había sido apilado en parvas sobre las fértiles praderas, por las que ambulaba la cigüeña con sus rojas patas, parloteando en egipcio, único idioma que su madre le había enseñado.