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Romanos 11. Nueva Traducción Viviente. Misericordia de Dios con Israel. 11 Entonces pregunto: ¿acaso Dios ha rechazado a su propio pueblo, la nación de Israel? ¡Por supuesto que no! Yo mismo soy israelita, descendiente de Abraham y miembro de la tribu de Benjamín. 2 No, Dios no ha rechazado a su propio pueblo, al cual eligió desde el principio.
El profeta Elías se quejó del pueblo de Israel ante Dios y dijo: 3 «Señor, han matado a tus profetas y derribaron tus altares. Yo soy el único que queda con vida, y ahora me buscan para matarme a mí también».
Romanos 11. Nueva Traducción Viviente. Misericordia de Dios con Israel. 11 Entonces pregunto: ¿acaso Dios ha rechazado a su propio pueblo, la nación de Israel? ¡Por supuesto que no! Yo mismo soy israelita, descendiente de Abraham y miembro de la tribu de Benjamín. 2 No, Dios no ha rechazado a su propio pueblo, al cual eligió desde el principio.
Nueva Traducción Viviente. 33 ¡Qué grande es la riqueza, la sabiduría y el conocimiento de Dios! ¡Es realmente imposible para nosotros entender sus decisiones y sus caminos! Read full chapter.
11 ¿Acaso el pueblo de Dios tropezó y cayó sin posibilidad de recuperarse? ¡De ninguna manera! El pueblo fue desobediente, por eso Dios puso la salvación al alcance de los gentiles.
11 ¿Acaso el pueblo de Dios tropezó y cayó sin posibilidad de recuperarse? ¡De ninguna manera! El pueblo fue desobediente, por eso Dios puso la salvación al alcance de los gentiles. Sin embargo, él quería que su propio pueblo sintiera celos y la reclamara para sí.
Romanos 11:13-24 NTV Dios me designó apóstol a los gentiles. Pongo énfasis en esto porque, de alguna manera, quiero hacer que los hijos de Israel sientan celos de lo que tienen ustedes, los gentiles, y entonces yo pueda salvar a algunos de ellos.
