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  1. De un modo muy sencillo: si comprendemos que Dios es Amor, es Trinidad, es donación mutua, entonces acoger a Dios en la propia familia permite vivir a fondo el amor. Una familia que deja a Dios entrar en los corazones sabe rezar. La oración une, da esperanza, consuela en los sufrimientos, anima al trabajo.

  2. El amor a la familia es uno de los valores fundamentales que nos enseña la palabra de Dios. Es en el seno familiar donde aprendemos a amar, respetar y cuidar a nuestros seres queridos. En esta predicación, reflexionaremos sobre la importancia de cultivar un amor profundo hacia nuestra familia y cómo ello nos acerca más a la voluntad divina.

  3. www.coalicionporelevangelio.org › articulo › la-familia-dios-se-reconoce-amorLa familia de Dios se reconoce por su amor

    28 de mar. de 2018 · Por eso es que necesitamos que la Palabra de Dios, y no nuestra cultura o experiencia, gobierne nuestra definición de familia y de amor. Cuando Jesús está a punto de ir a la cruz, reúne a sus doce discípulos y les da un mandamiento.

  4. El amor en familia: conocer, confiar y exigir. Formar a nuestros hijos en la afectividad es ayudarlos a desarrollar su capacidad de amar. El amor se transmite principalmente en la familia. La ...

  5. 19 de mar. de 2016 · Nos iluminan las palabras de san Juan Pablo II: «Nuestro Dios, en su misterio más íntimo, no es una soledad, sino una familia, puesto que lleva en sí mismo paternidad, filiación y la esencia de la familia que es el amor. Este amor, en la familia divina, es el Espíritu Santo». La familia no es pues algo ajeno a la misma esencia divina.

  6. La dinámica de la familia refleja la relación entre Dios y su pueblo. Así como Dios ama y cuida a sus seguidores, las familias deben cultivar el amor y el cuidado mutuos. La armonía y el amor dentro de la unidad familiar son un testimonio de la presencia de Dios en sus vidas.

  7. El amor entre el hombre y la mujer en el matrimonio y, de forma derivada y más amplia, el amor entre los miembros de la misma familia —entre padres e hijos, entre hermanos y hermanas, entre parientes y familiares— está animado e impulsado por un dinamismo interior e incesante que conduce la familia a una comunión cada vez más profunda e ...