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  1. Guillén de Castro y Bellvís (Valencia, 4 de noviembre de 1569 – Madrid, 28 de julio de 1631), en valenciano Guillem de Castro, fue un dramaturgo español, considerado como el más importante de la escuela valenciana de fines del siglo XVI y uno de los más señeros de la comedia nueva lopesca, desarrollada a partir de la ...

  2. Las mocedades del Cid es una obra teatral escrita por Guillén de Castro entre 1605 1 y 1615 de carácter histórico-legendario, inspirada en el ciclo de romances sobre el Cid, cuyo tema principal es la gestación del héroe desde su mocedad hasta el máximo encumbramiento como gran guerrero, buen vasallo, perfecto cristiano y amante e hijo ...

  3. Guillén de Castro: Obras completas. Editorial: Biblioteca Castro. Año publicación: 1997. Temas: Teatro. Resumen y sinopsis de Guillén de Castro: Obras completas de Guillén de Castro. Su teatro presenta características diferenciadoras, que le otorgan un lugar propio dentro de su tiempo.

  4. Dramaturgo español, Guillén de Castro fue uno de los autores más importantes del siglo XVI, destacando por sus comedias y obras dramáticas. De la obra Gillén de Castro habría que destacar títulos como Las mocedades del Cid ( 1615) que llegó a ser imitada en otros países europeos.

  5. El balance supone un corpus teatral de unas treinta y cinco comedias, aparte de las cuales vale la pena recordar su contribución a la colectiva Algunas hazañas de D. García Hurtado de Mendoza (obra de nueve ingenios), el Entremés famoso de Cornelio y la Loa famosa de Don Guillén de Castro. La obra no teatral de Guillén de Castro está ...

  6. Guillén de Castro y Bellvís, en valenciano Guillem de Castro, fue un dramaturgo español, considerado como el más importante de la escuela valenciana de fines del siglo XVI y uno de los más señeros de la comedia nueva lopesca, desarrollada a partir de la irrupción en el teatro de Lope de Vega.

  7. Las dos obras que Guillén de Castro dedicó a la figura del Cid, Las mocedades del Cid y Las hazañas del Cid (1618), están inspiradas directamente en el romancero. En conjunto resultan un tanto abigarradas y confusas, pero la primera, especialmente, está considerada una de las piezas más vigorosas del teatro épico español.