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La piel humana es la cubierta exterior del cuerpo y forma parte del sistema tegumentario. La piel humana es el órgano más grande, extenso y pesado del cuerpo (alrededor de 10 % de la masa corporal total de un adulto medio). [1]
La piel es un órgano que reviste la totalidad de nuestro cuerpo, no es solo una envoltura que nos separa del mundo exterior. Es una compleja barrera protectora, un ente vivo y dinámico que juega un papel crucial en nuestra salud y bienestar general.
La piel es el órgano más grande del cuerpo. Sirve muchas funciones importantes, incluyendo. Protección del cuerpo frente a los traumatismos. Regulación de la temperatura corporal. Mantenimiento del equilibrio hidroelectrolítico. Sensación de estímulos dolorosos y agradables. Interviene en la síntesis de vitamina D.
Las funciones de la piel son varias pero podemos destacar la protección física, la termorregulación y la sensibilidad. En este artículo revisaremos la histología de la piel donde podremos estudiar su estructura y sus funciones.
La piel está formada por tres capas: epidermis, dermis e hipodermis. Cada una de ellas está formada por unas células distintas, tiene una estructura diferente y cumple con unas funciones muy concretas que le dan a la piel la integridad y actividad necesaria.
En términos generales, el sistema tegumentario está compuesto por la piel y sus apéndices: tejido subcutáneo, fascia profunda, uniones mucocutáneas y mamas. Este artículo discutirá la histología del sistema tegumentario en detalle junto con algunas notas clínicas sobre ellos y el sistema tegumentario en su totalidad.
La piel es el órgano humano más grande. Por ejemplo, en una mujer adulta, la piel tiene una superficie de entre 1,5 y 2 metros cuadrados, la mayor parte de ella tiene un grosor de entre 2 y 3 mm. Cada 6,5 cm² de piel contiene 650 glándulas sudoríparas, 20 vasos sanguíneos, 60 000 melanomas, y más de un centenar de terminaciones nerviosas.