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Hace 5 días · Los demonios -dice Rossetti- nos incitan constantemente «a cometer los mismos pecados de los que ellos son culpables, en particular sus pecados de orgullo y envidia. Quieren que suframos con ellos y bajo su brutal yugo en esta vida y en la otra». Al finalizar el exorcista ofrece un «antídoto».
9 de jul. de 2024 · Entonces dijo a sus discípulos: «La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies.». dd/mm/aa. Evangelio según san ...
Hace 1 día · Finalizó su homilía en Trieste, invitando a alimentar “el sueño de una nueva civilización fundada en la paz y la fraternidad; no nos escandalicemos de Jesús sino, al contrario ...
Hace 2 días · Por: Mark Hitchcock Este artículo forma parte de la serie: «101 respuestas a preguntas sobre Satanás, demonios y guerra espiritual» Sin duda, hay cierta superposición y cooperación entre los tres enemigos del creyente. Satanás y los demonios se aprovechan al máximo del mundo y de la carne para obstaculizar cualquier progreso espiritual.
Hace 23 horas · Israel confía en el Señor: él es su auxilio y su escudo. La casa de Aarón confía en el Señor: él es su auxilio y su escudo. R/. Evangelio: Mt 9, 32-38. Lectura del Santo Evangelio según San Mateo. En aquel tiempo, presentaron a Jesús un endemoniado mudo. Echó al demonio, y el mudo habló. La gente decía admirada: «Nunca se ha visto ...
Hace 23 horas · Llevadas por dromedarios, burros, barcos. En templos hindúes, griegos, romanos. Mencionadas por Aristóteles, Confucio y San Ambrosio. Registradas en tablas de arcilla, tiras de bambú, papiros, pergaminos o libros modernos. Causantes de guerras, monedas de cambio e incentivos para el amor. En todas esas formas y situaciones aparecen las ...
Hace 23 horas · Jesús sabe que el reino que va a instaurar echará sus raíces en las almas de las personas. Por eso va preparando el terreno y libera a los hombres tanto de las enfermedades del cuerpo como de las del espíritu. «De muchos salían demonios gritando y diciendo: “¡Tú eres el Hijo de Dios!”» (Lc 4,41).
