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El juicio del gran trono blanco se describe en Apocalipsis 20:11-15 y es el juicio final antes de que los perdidos sean echados al lago de fuego. Sabemos por Apocalipsis 20:7-15 que este juicio tendrá lugar después del milenio y después de que Satanás, la bestia, y el falso profeta sean lanzados al lago de fuego (Apocalipsis 20:7-10).
El juicio ante el gran trono blanco. 11 Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. 12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y ...
11 Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. 12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas ...
Cuando hablamos del juicio eterno, tenemos que referirnos al tribunal de Cristo y también al juicio del gran trono blanco. Primeramente abordaremos el tema sobre el tribunal de Cristo para luego continuar con el juicio del gran trono blanco. En el Tribunal de Cristo serán juzgados los creyentes
Nueva Biblia Latinoamericana. Vi un gran trono blanco y a Aquél que estaba sentado en él, de cuya presencia huyeron la tierra y el cielo, y no se halló lugar para ellos. Reina Valera Gómez. Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado sobre él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo; y no fue hallado lugar para ellos.
El juicio del gran trono blanco mencionado en el Apocalipsis es el momento en que Dios juzgará a todos los muertos que no fueron salvos por fe en Jesucristo, y los condenará a la muerte segunda en el lago de fuego por toda la eternidad.
En el versículo de Apocalipsis 20:11, Juan describe con detalles la imagen del gran trono blanco y el asiento de Dios en él. El trono es grande e imponente, y está situado en un lugar en el que la tierra y el cielo han huido, lo que indica que la presencia de Dios es absoluta.
