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Que todos los {demás} del pueblo se vayan, cada uno a su casa. Ahora pues, he aquí estamos en tus manos; haz con nosotros lo que te parezca bueno y justo. Viendo, pues, que no {me} ibais a librar, arriesgué mi vida y crucé contra los hijos de Amón, y el SEÑOR los entregó en mi mano.
Salmo de David. Oh SEñOR, te entrego mi vida. ¡Confío en ti, mi Dios! No permitas que me avergüencen, ni dejes que mis enemigos se regodeen en mi.
En ese momento Jesús clamó a gran voz, y dijo: «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.» Y después de haber dicho esto, expiró.
Señor Jesús, ayúdame a ver la fugacidad de los tesoros mundanos en comparación con la alegría eterna que se encuentra en Ti. Enséñame a cogerlo todo con las manos abiertas, comprendiendo que todo lo que poseo es un don Tuyo, destinado a ser utilizado para Tu gloria y no para la mía.
Señor Jesús: Te entrego mis manos para hacer tu trabajo. Te entrego mis pies para seguir tu camino. Te entrego mis ojos para ver como tú ves. Te entrego mi lengua para hablar tus palabras.
Mas el SEÑOR dijo a Josué: Mira, yo he entregado en tu mano a Jericó y a su rey, con sus varones de guerra.
Significado del salmo 31:5 en la Biblia. Explicación, estudio y comentario bíblico de Salmo 31:5 verso por verso. " En tus manos encomiendo mi espíritu; tú me has redimido, oh SEÑOR, Dios de verdad.
