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Lleras fue elegido director de la Unión Panamericana en 1947, cargo donde logró que se le adjudicara la sede de la IX Conferencia Panamericana a Bogotá, siendo el primer latinoamericano en lograr esa proeza, gracias en parte al prestigio que adquirió en sus años como canciller del gobierno de Alfonso López. [51]
Pero su importancia política no sólo se debe a esto, se puede decir que hasta su muerte, Lleras Camargo fue el orientador de todos los gobiernos, conservadores y liberales, que sucedieron al suyo. Nunca se postuló para la reelección, pero tampoco se convirtió en un traste viejo.
Durante su gobierno fue fundada, junto a Venezuela y Ecuador, la Flota Mercante Grancolombiana, como consecuencia directa de la Segunda Guerra Mundial, y que fue consolidada por su sucesor Ospina Pérez en 1946.
Debido a sus diligentes intervenciones para conjurar la violencia bipartidista, el reconocimiento político de los conservadores y la exaltación de su carrera política como ministro, congresista y diplomático, Alberto Lleras Camargo fue elegido como el primer presidente del Frente Nacional.
En su primer período (1945-1946) fue elegido por el Congreso de la República tras la renuncia de López en 1945, y en su segundo período (1958-1962), como el primer presidente del Frente Nacional. Nació en Sopó en 1906.
Los retos de su gobierno. En su segunda administración, Alberto Lleras Camargo enfrentó cuatro grandes retos: controlar la violencia que se apoderaba del país, atender el problema agrario, solventar la crisis económica y devolver al ejército el papel de garante imparcial del orden democrático.
Durante la primera administración de Alfonso López Pumarejo (1934-1938), Alberto Lleras Camargo ocupó los cargos de secretario general y ministro de Gobierno. Terminado el mandato de López Pumarejo en 1938, fundó el diario El Liberal, para hacer campaña por su reelección, que dirigió hasta 1942.
