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  1. 23 de ago. de 2019 · El claroscuro en la pintura. Desde un punto de vista pictórico, José Parramón define el claroscuro como “el arte de pintar luz en la sombra”, es decir, aquellas partes o zonas del cuadro que aún quedando en la sombra, por intensa que ésta sea, permiten apreciar el modelo. [1]

  2. El claroscuro fue empleado principalmente en pinturas al óleo, y los primeros artistas de la era barroca mostraron cuán sorprendentes podían ser los resultados. Por eso, muchos artistas continúan usando la técnica del claroscuro, a pesar de lo difícil y tardado que es llevarlo a cabo.

  3. 22 de sept. de 2019 · Este artículo cubrirá los aspectos más importantes del claroscuro, principalmente en lo que respecta a la pintura según los grandes maestros Leonardo Da Vinci, Caravaggio y Rembrandt. ¿Qué es el claroscuro? El claroscuro es otro término artístico con sus raíces en el idioma italiano.

  4. Claroscuro (del italiano chiaroscuro - pronunciación en italiano: /ˌkjaroˈskuːro/ -) 1 es una técnica de pintura que consiste en el uso de contrastes fuertes entre volúmenes, unos iluminados y otros ensombrecidos, para destacar más efectivamente algunos elementos. 2 Esta técnica permite crear mayores efectos de relieve y modelado de las form...

  5. 11 de sept. de 2020 · Se refiere al uso de luces y sombras para crear la ilusión de luz de una fuente específica que brilla sobre las figuras y objetos de la pintura. Junto con la perspectiva lineal, el claroscuro fue una de las nuevas técnicas utilizadas por los pintores del Renacimiento para hacer que sus pinturas parecieran verdaderamente tridimensionales.

  6. El claroscuro en la pintura renacentista se refiere al efecto de contraste entre luces y sombras que se utilizaba para crear volumen, profundidad y realismo en las obras. Se destacaba la representación precisa de la luz y la sombra para resaltar la forma de los objetos y figuras.

  7. 20 de jun. de 2019 · Esta pintura monumental, cuyo titulo original es La compañía del capitán Frans Banning Cocq y del teniente Willem van Ruyteburgh, fue un encargo de la corporación de los Arcabuceros de Ámsterdam para el gran salón de su sede, el Kloveniersdoelen y hoy es la estrella indiscutible del Rijksmuseum.