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No te ensoberbezcas, sino teme. 21 Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, a ti tampoco te perdonará. 22 Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios; la severidad ciertamente para con los que cayeron, pero la bondad para contigo, si permaneces en esa bondad; pues de otra manera tú también serás cortado. 23 Y aun ellos, si no ...
Ramas injertadas - Ahora pregunto: ¿Acaso tropezaron para no volver a levantarse? ¡De ninguna manera! Más bien, gracias a su desobediencia ha venido.
Pues las ramas, dirás, fueron desgajadas para que yo fuese injertado. Bien; por su incredulidad fueron desgajadas, pero tú por la fe estás en pie. No te ensoberbezcas, sino teme. Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, a ti tampoco te perdonará.
Tú, por naturaleza, eras una rama cortada de un olivo silvestre. Por lo tanto, si Dios estuvo dispuesto a ir en contra de la naturaleza al injertarte en un árbol cultivado, él estará mucho más dispuesto a injertar las ramas originales en el árbol al que pertenecen.
Nueva Biblia Latinoamericana. Pero si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo un olivo silvestre, fuiste injertado entre ellas y fuiste hecho participante con ellas de la rica savia de la raíz del olivo, Reina Valera Gómez.
Reflexiones sobre Romanos 11:17. La imagen del olivo y sus ramas proporciona una extremadamente poderosa y clara ilustración de la gracia y la misericordia de Dios, y demuestra que Él es capaz de redimir cualquier situación.
En el versículo anterior, Pablo escribió que las ramas cortadas del olivo metafórico de Dios pueden volver a injertarse en él. En otras palabras, Dios ha rechazado a Israel solo por ahora. Su rechazo temporal se debe a que Israel se negó a creer en Cristo como la forma de llegar a ser justo ante Dios.