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El favor de Dios es una bendición que transforma vidas. A través de sus predicas, descubrimos cómo el favor divino nos guía, protege y abre puertas. ¡Experimenta el poder y la gracia de Dios en tu vida hoy!
El favor de Dios es tuyo, pero hay un par de cosas que debes hacer para disfrutar plenamente de sus beneficios. Primero, debes recibir el favor de Dios como cualquier otra promesa espiritual: por fe y el siguiente paso es liberar tu fe.
“Yo os he enviado a segar lo que vosotros no labrasteis; otros labraron, y vosotros habéis entrado en sus labores” Juan 4:38 (RV1960). Hace algún tiempo, el hermano de un...
Una vez que somos hijos de Dios, podemos buscar el favor de Dios por lo que Él es, no por las cosas que Él nos pueda proveer. Podemos buscar el favor de Dios humillando nuestros corazones ante Él (2 Reyes 22:19) y queriendo mostrarle amor con todo nuestro ser (Marcos 12:30; Lucas 10:27).
El favor de Dios fue derramado sobre nosotros al salvarnos y perdonar nuestros pecados, y se manifiesta por medio de la presencia del Espíritu Santo en nosotros al sellarnos como hijos de Dios. Su favor lo podemos sentir cada día al caminar en él.
El favor de Dios hay que aprender a tratarlo, hay que saber vivir con el Omnipotente, con el favor de Dios o cuando menos lo sienta, todo aquello que el mismo Dios le ha dado se le hará agua en sus manos y el corazón empieza a ser tratado fuertemente.
Proverbios 8:35 relata: Porque el que me halle, hallará la vida, Y alcanzará el favor de Jehová. No le pides un favor a alguien a quien no frecuentas o a quien tienes mucho tiempo de no ver. Antes de pedir debes darte a conocer, acercarte con cariño, con ofrenda, con educación.
