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Reina-Valera 1960. 22 Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. 2 En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las ...
- Gn. 2.9
Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a...
- Apocalipsis 22
Apocalipsis 22. Nueva Versión Internacional. El río de vida....
- Gn. 2.9
Apocalipsis 22. Nueva Versión Internacional. El río de vida. 22 Luego el ángel me mostró un río de agua de vida, claro como el cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero 2 y corría por el centro de la calle[ a] principal de la ciudad.
1 Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. 2 En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones. 3 Y no habrá más ma...
22 Luego el ángel me mostró un río con el agua de la vida, era transparente como el cristal y fluía del trono de Dios y del Cordero. 2 Fluía por el centro de la calle principal. A cada lado del río crecía el árbol de la vida, el cual produce doce cosechas de fruto, y una cosecha nueva cada mes.
El último capítulo de la Biblia revela la visión de Juan sobre el río de la vida, el árbol de la vida, la ciudad de Dios y el regreso de Jesús. Lee el texto completo y las notas al pie de página en español.
El trono de Dios y del Cordero estará en la ciudad. Sus siervos lo adorarán; 4 lo verán cara a cara y llevarán su nombre en la frente. 5 Ya no habrá noche; no necesitarán luz de lámpara ni de sol, porque el Señor Dios los alumbrará. Y reinarán por los siglos de los siglos.
Apocalipsis 22: Ven, Señor Jesús. Audiocomentario Apocalipsis. A. El interior de la nueva Jerusalén. 1. (1) Un río que corre desde el trono de Dios. Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. a.
