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  1. Lucas 5:17-26. Nueva Versión Internacional. Jesús sana a un paralítico. 17 Un día, mientras enseñaba, estaban sentados allí algunos fariseos y maestros de la Ley que habían venido de todas las aldeas de Galilea y Judea, y también de Jerusalén.

    • Lucas 4

      12 Respondiendo Jesús, le dijo: Dicho está: No tentarás al...

    • Marcos 2

      ¿Quién puede perdonar pecados, sino solo Dios? 8 Y...

  2. Jesús sana a un paralítico. 5 Tiempo después, Jesús regresó a la ciudad de Jerusalén para asistir a una fiesta de los judíos. 2 En Jerusalén, cerca de la entrada llamada «Portón de las Ovejas», había una piscina con cinco entradas, que en hebreo se llamaba Betzatá.[. l.

  3. ¿Quién puede perdonar pecados, sino solo Dios? 8 Y conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones? 9 ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda? 10 Pues para que ...

  4. ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda? Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa.

  5. El milagro de Jesús sanando a un paralítico es un poderoso recordatorio de la compasión, el poder sanador y la autoridad divina de Jesús. A través de este acto milagroso, Jesús no solo sanó el cuerpo de un paralítico, sino que también tocó su alma y lo liberó de cualquier carga espiritual.

  6. Jesús sana a un paralítico (Mr. 2.1–12; Lc. 5.17–26) 9. 1 Entonces, entrando Jesús en la barca, pasó al otro lado y vino a su ciudad. 2 Y sucedió que le trajeron un paralítico, tendido sobre una cama; y al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados.

  7. Jesús sana a un paralítico. (Mr. 2.1–12; Lc. 5.17–26) 9. 1Entonces, entrando Jesús en la barca, pasó al otro lado y vino a su ciudad. 2Y sucedió que le trajeron un paralítico, tendido sobre una cama; y al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados. 3Entonces algunos de los escribas ...