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  1. La víctima era el padre Miguel Agustín Pro, de 36 años [...] Este martirio tiene entre muchas una característica excepcional: la presencia de numerosos testigos del hecho [...] y una documentación fotográfica del martirio querida y publicada para el escarnio por los mismos ejecutores del crimen.

  2. 23 de nov. de 2011 · Fue durante los meses de julio y agosto del presente año cuando se dio a conocer que la enfermedad había desaparecido de forma inverosímil. El otro caso dado a conocer por el Vicepostulador de la Causa es el de una religiosa de la Fraternidad Misioneras Serviam, quien padecía leucemia aguda.

  3. Una úlcera estomacal, la oclusión del píloro y toda la ruina del organismo hicieron prever un desenlace rápido al final de sus estudios en Bélgica. "Los dolores no cesan -escribe en una carta íntima-. Disminuyo de peso, 200 a 400 gramos cada semana, y a fuerza de embaular porquerías de botica, tengo descarriado el estómago...

  4. En esta época contrajo una enfermedad mortal, la cual supo siempre ocultar muy bien detrás de su rostro alegre. A pesar de sus comedias y gran sentido del humor, Miguel fue un novicio y religioso grandemente observador de la Regla y de sus estudios.

  5. Miguel Agustín Pro Juárez (1891-1927) recibió la muerte por ser sacerdotecatólico durante la persecución contra la Iglesia del presidente PlutarcoElías Calles, rabioso anticatólico. Pro era natural de Zacatecas, México, yera hijo de un ingeniero de minas.

  6. 22 de jul. de 2015 · Ahora más que nunca, expresa y reitera, el padre Miguel Agustín era un enfermo alegre que fue obligado a someterse a una seria y dolorosa operación, una gastroenterostomía, de acuerdo con los términos médicos. No obstante, su personalidad jocosa y entusiasta no desapareció.

  7. En la ciudad de Guadalupe, en el territorio de Zacatecas, en México, beato Miguel Agustín Pro, presbítero de la Compañía de Jesús y mártir, que en la cruel persecución contra la Iglesia, como si fuera un facineroso, le condenaron sin juicio a la pena capital, y así alcanzó el martirio que tan ardientemente deseaba.