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25 Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo; 26 Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios; 27 Al cual veré por mí mismo, Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí.
Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo; Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios; Al cual veré por mí mismo, Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi.
Job 19:25-27. 25 Yo sé que mi Redentor vive, y al final se levantará sobre el polvo. 26 Y después de deshecha mi piel, aun en mi carne veré a Dios; 27 al cual yo mismo contemplaré, y a quien mis ojos verán y no los de otro. ¡Desfallece mi corazón dentro de mí!
25 Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo; 26 Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios; 27 Al cual veré por mí mismo, Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí.
Job 19:25-27. 25 Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo: 26 Y después de deshecha esta mi piel, Aun he de ver en mi carne á Dios; 27 Al cual yo tengo de ver por mí, Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mis riñones se consuman dentro de mí.
Job 19: 25 al 27. 25 Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo; 26 Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios; 27 Al cual veré por mí mismo, Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí.
Es el día al que apuntan todos los demás días; el día en que todos los demás días terminarán. 1. Él estará parado para redimirnos de la muerte; Él nos rescatará del poder de la tumba. No importa dónde esté esa tumba. Pero Job anticipó no solo una resurrección, sino una gloriosa: "En mi carne veré a Dios".
