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  1. El aprendiz de brujo y Los invisibles. Jordi Sierra i Fabra. Mortimer, un niño huérfano de doce años acogido por el profesor y brujo Haggat, no sabe que una pócima de su mentor puede reunir la magia suficiente para cambiar cualquier destino.

  2. Varias tribus diseminadas en un extenso valle y que ya no luchan entre sí ven como los ríos crecen y crecen. ¿Qué sucede en el lejano volcán? El azar reúne a varios de ellos en una expedición en la que está en juego la supervivencia de todos. El aprendiz de brujo y Los Invisibles — Un chico huérfano ayuda a un brujo que nadie sabe ...

  3. Mortimer y Los Invisibles, cuatro adultos y un niño algo maltrecho, consiguen desenmascarar a un asesino, personaje poderoso y rico en el pueblo, que acaba confesando su crimen ante la estrategia del grupo de amigos y perdiendo la cabeza, pues no puede dar crédito a lo que ve.

  4. 18 de abr. de 2022 · El aprendiz de brujo y Los Invisibles. "Mortimer tiene doce años. Trabaja para el profesor Haggath, que es brujo, aunque pocos conocen su verdadera profesión, pues si no, probablemente, acabará en la hoguera. Haggath está preparando una poción muy difícil.

  5. Una noche, el pequeño lleva al cementerio una botella con un extraño brebaje sobre el que pesa una importante advertencia: no debe derramarse. Pero un infortunio provoca que tres gotas caigan sobre una lápida infantil. A partir de ese momento, el aprendiz de brujo se ve envuelto en una extraña historia en la que, entre otras cosas, debe...

  6. Resumen. Mortimer tiene doce años. Trabaja para el profesor Haggath, que es brujo, aunque pocos conocen su verdadera profesión, pues si no, probablemente, acabará en la hoguera. Haggath está preparando una poción muy difícil. Una vez terminada encarga a Mortimer que la lleve al cementerio.

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    Plimton se ocupaba de ello, para que no los vieran juntos y los relacionaran. Volvió a colocar el armario en su lugar y miró a Arquímedes. —¿Tú sabes algo? El gato le miró con fijeza, como solía ha-cer siempre, inalterable y muy quieto, sin mover ni un pelo de sus bigotes. Mortimer sabía que era perverso, que no le perdo-